Dedicado al 2010

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El 2010 está a punto de terminar y no quería faltar al deseo personal de incluir la última entrada dedicada a dicho año.

Al 2010                

A estos 12 meses que nos han acercado a ti poco a poco, en nuestra mente y en nuestros sueños,
Con la alegría inesperada de conocerte en la distancia.
Con nuestros ojos llenos de emoción por haber compartido tantos momentos nuevos de tu vida.
Con la magia de ese hilo rojo que ha hecho que nosotros seamos tus padres y tú nuestra hija.
A esa felicidad interna de verte crecer cada día, aprendiendo el significado de la paternidad, de unos vínculos afectivos arraigados en el alma y que van más allá de los lazos de la sangre.
A todo este tiempo dedicado a calmar tus inquietudes, tus miedos y tus desvelos.
A un tiempo invertido en la felicidad de los tres disfrutando de todo lo vivido.

Este año nos ha unido en la distancia, nos ha cambiado completamente robándonos algo de nuestra alma para dejar un pedacito en Vietnam, ese país que nos ha cautivado desde un inicio, aún sin saber que tú vendrías de allí.
 
Son 12 meses para recordar, por eso hoy a unas horas de que termine, no quiero olvidarme de aquel deseo de hace una año pensando que las próximas Navidades estarías con nosotros. Se ha cumplido el sueño porque el futuro pertenece a quienes creen en la belleza de los sueños y nosotros te debemos este sueño, a ti, a tu familia y al 2010 que lo ha hecho realidad.