Dia 3

La vida en Vietnam: Visita  a HSCV

Cada día que pasa vamos descubriendo algo nuevo de Vietnam. El día de hoy se puede decir que ha sido muy enriquecedor y con cierto sabor a tristeza por lo que hemos visto.

Cuando iniciamos la adopción en Vietnam contactamos con alguna organización que desarrollase algún proyecto de cooperación con la gente mas necesitada de Vietnam. Fue gracias a otra compañera gallega que estaba esperando asignación en Lang Son, que conocimos de la existencia de Humanitarian Services for Children of Vietnam (HSCV) y contactamos con la Sra. Tran N. Lien, con el fin de que nos pudiese enseñar alguno de los proyectos en los que trabajan. Fue asi como ella nos invito a acompañarla en un dia de trabajo y mostrarnos las necesidades de muchas familias que viven en Vietnam.

Salimos de Hanoi dirección Nam Son a 40 Km de Hanoi para visitar la escuela púbica que acoge a 800 niños hasta 5 de primaria. Allí nos esperaba el Director del colegio y la Secretaría del Comité. Aquí tienen la costumbre de recibir a la gente con una hospitalidad que no se puede rechazar. Nos sentaron alrededor de una mesa de té y nos ofrecieron té y cerveza, y una vez realizado el  brindis nos contaron como funciona el sistema educativo en Vietnam, las dificultades que tienen muchos niños de continuar la escuela en función de las necesidades que haya en el hogar familiar y los hermanamientos que existen entre escuelas vietnamitas y americanas o de otros países, y que consiste en la donación de material didáctico. Las escuelas están aferradas al sistema disciplinario implantado por Ho Chi Minh y nos sorprende ver el decálogo de normas que cuelga al lado del encerado en el que los valores de la honestidad, esfuerzo y sacrificio son la máximas educativas. Visitamos la clase de tercer grado (niños de unos 9 años) y las aulas nos parecen espacios muy reducidos para el numero de alumnos que hay. El sistema educativo hoy en día esta dando cada vez mas importancia al aprendizaje del ingles pero los niños se comunican con muy pocas palabras y lo que más les gusta hacer es el saludo que ellos llaman victoria. Les explicamos que venimos de Europa, que nuestro continente esta muy lejos de Asia y nos piden que les pintemos nuestro país en el encerado.

Los ninos de esta escuela no se parecen a los ninos de alli. Tienen dos turnos desde las 6 de la manana y muchos de ellos tienen unas obligaciones familiares que hacen que dejen de ser niños muy pronto como en cualquier pasi en vias de desarrollo.
Cuando nos despedimos de ellos en el patio nos tocan, nos ven diferentes y les encanta verse en la camara que les está grabando.

Continuamos viaje para visitar a tres familias de la aldea pero antes debemos parar en el edificio del Comité Popular para que nos reciban, curiosamente dos mujeres, y sean ellas las que lleven la donacion que le hace entrega HSCV a una de las familias, que no es otra cosa que una gallina viva, galletas, y unas zapatillas pues la mujer a la que visitamos nunca antes ha calzado sus pies.

La segunda familia a la que visitamos, siempre junto los miembros del Comité, es una mujer que vive con sus dos hijos de 7 y 14 años en una casa, si asi la podemos llamar, distribuida en 15 m2 con una cama, un hornillo y un plastico que cubre la cama pues el tejado está roto. Esta casa es de su hermana y esta dentro del programa de ayudas de HSCV para apoyarles con aportacion de arroz mensual y esponsorizacion para que los dos niños puedan ir a la escuela. Los niños se vuelven timidos ante nuestra presencia, le preguntamos a la madre si necesitan ropa, Lien nos dice que no tienen ningún tipo de juguete y esto me devuelve a mi realidad, al ver a esta familia sin nada y pensar en la cantidad de cosas insignificantes que no valoramos en España. Desde la falta de un espejo para que ellos o la madre puedan verse a cualquiera de las muñecas que tantas veces nos sobran en casa, porque a los nuestros ya no les llaman la atencion.

Y la tercera visita me la guardo de una forma más privada como parte de este viaje.

Sabemos que hay dos mundos, que no tenemos que venir tan lejos para vivir lo que hoy hemos vivido, para que esto en cierto modo nos toque el alma, pero con la experiencia de hoy nos hemos acercado a un país, a una gente que mayoritariamente vive en las condiciones que hoy hemos visto, y que desde aquí anímo a todas las personas que queréis conocer el país de vuestros hijos, a que en algún momento de vuestro viaje, no sólo conozcáis en primera persona lo que os acabo de contar, sino que de alguna manera, por muy poca que sea la aportación, les ayudéis, esponsorizando a un niño para que pueda ir a la escuela, con ropa o con unos simples juguetes como una pelota y una muñeca. No tendrán nada pero se les ve felices en el mundo en el que viven.

Al quedarse nuestra cámara sin batería tenemos un vídeo que aún no hemos tenido tiempo de descargar y, como sé que una imagen vale mas que mil palabras os prometo colgar unas fotos antes de que acaben estos 23 dias.

2 Response to "Dia 3"

  1. ronda Says:

    Estamos interesados en el proyecto, cuando puedas nos explicas un poco más cómo es mejor colaborar, ya que hay distintas opciones según veo. Me parece que es una ayuda directa que no se pierde por el camino... ya sabes. Pero ahora que lo habeis constatado me parece que si es real.
    Muy interesante, gracias
    siempre me ha preocupado el que cuando nuestro hij@ sea mayor nos pregunte por qué no ayudamos a los padres para que no tengan que dar a sus hijos en adopción.

  2. Altea Says:

    No te preocupes que cuando regresemos a España te paso información mas detallada y una dirección de contacto en el caso de que cuando vengas quieras conocer personalmente el proyecto que estes apoyando. Un saludo.

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